lunes, 14 de mayo de 2007

Y al hilo de la conversación anterior escribí hace tiempo un artículo que me gustaría que leyeran:

A donde vamos a ir a parar querido Amador, a donde vamos a parar; tantas guerras y asesinatos, injusticias y violencia, abuso de todo y de todos…estoy preocupado Amador, estoy muy preocupado. ¿Y tú? ¿Cómo lo llevas amigo mío?

Exageras como de costumbre Johann, ves las cosas con un prisma equivocado. El mundo está lleno de cosas importantes y tú te pierdes en los detalles, sacas leyes de las anécdotas, principios fundamentales de hechos aislados...

No digas eso amigo mío; la guerra no es un hecho aislado por desgracia para nosotros, la violencia tampoco, abres los periódicos, escuchas las noticias y siempre es lo mismo, siempre lo mismo….

Verás, déjame solo hacerte un pequeño análisis y explicarte como lo veo yo, querido Johann. Para mí existen dos tipos de acontecimientos; al primero de ellos los llamaré acontecimientos sustanciales y son aquellos que nos han sido regalados y solo cabe disfrutarlos y engrandecerse con ellos. No somos sus creadores ni podemos destruirlos, tan solo admirarlos en toda su grandeza y belleza. El primero y más importante como te habrás dado cuenta ya es el hombre, la mas compleja de las creaciones de la naturaleza, y las más bella también; ¿Qué no habías pensado en ello? Pues hay muchas más: las mareas, el amanecer y el anochecer, la lluvia fresca que nos da la vida y el sol valiente que nos llena de ilusión la mañana; ¿Y la risa de un niño? ¿Has escuchado alguna vez una melodía más bella que la risa franca de un niño, Johann?

Ya, ya, ya, y las guerras ¿qué?, por no hablar del hambre en el mundo. Amador, los niños del hambre no ríen. Lloran amargamente la injusticia de sus pequeñas vidas sin aliento ni ilusión…

…Como te decía, por un lado están las cosas sustanciales y por otro están los acontecimientos insustanciales que hacen referencia a todos aquellos que la vileza humana provoca como las guerras y el hambre. Y adelantándome a lo que estás pensando te diré que al llamarles insustanciales no quiero restarles importancia a los hechos y sí a su naturaleza. Verás, te explico: estos desastres, las guerras, el hambre y todas esas cosas a las que haces referencia ¡son tan fáciles de solucionar¡ ¿ No ves que las guerras son hechos artificiosos provocados por la vileza y la codicia de los hombres?; y con tanta comida que sobra el nuestro mundo y gente muriéndose de hambre …¿no te das cuenta que esas mismas personas con todo su poder y prepotencia son incapaces de cambiar la simple marea de una marisma?, ni un solo amanecer, y ocurren todos los días, son decididos por los hombres…

Como ves querido Johann soy un optimista empedernido y pienso que gracias a Dios, las cosas bellas y buenas son además sustanciales e inalterables, y las malas y feas las hemos inventado los hombres y por lo tanto no tienen futuro pues carecen de la grandeza de lo eterno.

Y rezo todos los días por que acabemos pronto con tanta estupidez.

Y rezo todos los días por que veamos amanecer…

Ayúdame a rezar Amador, ayúdame por favor.

16 de junio de 2006

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